Cristina anduvo moviéndole el piso a líder camionero con una seguidilla de jugadas:Le dió un empujón a Armando Cavallieri para que lo derrotara en la contienda porteña por el sindicato de comerciantes y eligió a Gerardo Martínez para que en el futuro sea el nuevo titular de la CGT.
Moyano tomó nota y no tardó en responder con una serie de recriminaciones a su ex pareja, resaltando aquellas deudas de gestión que son una cuestión tabú para la ortodoxia-fundamentalista K.
El mandamás camionero afirmó que la inflación es la mayor deuda de este gobierno, pidió por una mayor efectividad de la Asignación Universal por Hijo y por último dijo: ‘’mal de muchos, consuelo de tontos’’ en referencia a la indiferencia que hace el gobierno con la problemática de la inseguridad.
Moyano comenzó a experimentar un creciente enojo luego de que Zanini (secretario general de la Nación) no accedió a ubicar su lista de candidatos para las elecciones, entre ellos su hijo Facundo. Tampoco obvió el cambio de modus operandi en los medios que obran de centinelas del kirchnerismo y ahora hacen visibles críticas hacia su persona.
Es obvio que la Casa Rosada quiere ponerle fecha de vencimiento para después de las elecciones, pero el camionero no es un ex cualquiera y no se va a dejar bastardear. Si lo incitan a la pelea, está dispuesto a responder.
Por eso no se queda sólo en los dichos y hace su propia jugada empapelando calles con la leyenda ‘’el ministro de los trabajadores’’ y la imagen del ministro de Planificación junto al moyanista Omar Matyrano, todo para entrar como ariete en las internas del gabinete y perjudicar la alianza de Cristina con Carlos Zanini y Gerardo Martínez.
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