No jodan al viudo

Ni el dinero ni el poder salvó a Pablo Moyano (hijo de Hugo Moyano), de sufrir una desgracia: su mujer falleció en un hospital de uno de sus gremios por complicaciones en una cirugía estética.

Se escuchó de todo: ‘’Justicia divina’’, “Lo que se hace se paga”, “Qué otra cosa podía pasar si la dama del síndico se operó con dinero sucio, producto de la mafia de los medicamentos truchos, por la que murió tanta gente inocente”… 

Ni el profundo dolor hizo recapacitar a la infame mafia sindical que representa la familia Moyano: no les cayó nada bien la presencia de medios periodísticos en el lugar donde se realizaba el velatorio, por eso mandaron a las patotas a limpiar la calle de cámaras y reporteros, bajo la premisa de, palabras más, palabras menos: ‘’Quedáte piola o te quemo el móvil’’.

Un Huguito, dos Huguitos…

Cada vez son más los que buscan cobijarse bajo el  brazo protector de Huguito “El Padrino” Moyano, y su tocayo no podía ser menos. A costa de traicionar a quienes le han dado su voto de confianza, Yasky cruzó la vereda y vendió no sólo su alma y su carrera “política”, sino  que  también entregó la Central de  los Trabajadores servida en bandeja.

No le bastó con perder las elecciones a pesar (o por culpa) de tener el apoyo oficial. Lejos de los ideales que forjaron una organización paralela a la CGT, Yasky no midió esfuerzos en corromper años de lucha y resistencia, para burocratizar aquello que escapaba de serlo. Devenido en oficialista, ha cumplido con creces el tópico del kirchnerismo, “Divide y reinarás”, y ahora es un nuevo adepto a la causa Nac & Pop, a cambio de dádivas para su persona.

Se agranda la familia kirchnerista

El Gobierno agranda su familia, la hijastra de su fiel servidor Hugo Moyano se convirtió en una megaempresaria.

Se trata de Valeria Alejandra Salerno, de 30 años, que parece recibir dádivas K al igual o tal vez en mejor medida que su padrastro. La nueva familia mimada por la Presidente comienza a armarse su negocio millonario mientras que cientos de familias argentinas ni siquiera reciben algún tipo de atención ni respuestas a sus reclamos.

Esta joven maneja su propio negocio empresario y preside firmas claves vinculadas con Camioneros, incluyendo una firma que gerencia la cobertura de salud de los 200 mil afiliados del Sindicato de Camioneros. No parece ser poca cosa si tenemos en cuenta que este sindicato, actualmente, tiene el poder de convertir a los ciudadanos en rehenes de sus protestas y movilizaciones.

El lema del kirchnerismo está claro: ¡si estás con ellos te enriquecés, si no vivís como un simple ciudadano!, esperando que Cristina se digne a representar nuestras necesidades y a manejar la democracia como realmente se debe.

Piñas van, piñas vienen los muchachos los mantienen.

  Como si fuera poco, con el tema del “payaso” Sánchez implicado en el caso del asesinato de Mariano Ferreyra, o con el abrazo que le dispensó “patón Basile” a Oyarbide, Huguito tiene otro apadrinado, Luis Lazarte, barrendero y campeón del mundo en su categoría.

  En el discurso con el cual recibió el cinturón que lo acreditaba como campeón, le agradeció a Héctor Dipilato, el prócer de los entrenadores marplatenses, quien le brindó una nueva oportunidad en la vida cuando lo sacó de la calle para guiarlo en el mundo del boxeo durante 22 años. También dedicó emocionantes palabras a su padrino, el compañero Hugo Moyano, y al Sindicato de Camioneros, por el sostén de los últimos tiempos. Sabe bien que no le espera el bronce, pero se autodefine como “un obrero del ring”.