Para Huguito todo lo que se desplaza sobre ruedas significa muchos pesos en su bolsillo. Con la vorágine de las cosechas y la consiguiente logística de transporte de la soja, vedette del superávit y crecimiento económico del país, Huguito tiene una quintita importante que cuidar.
En cada pueblo, en cada ciudad del interior, llegado el momento de transportar las cuantiosas toneladas de soja, el camión es el medio predilecto y debe procurarse su preponderancia.
En Pehuajó, la empresa multinacional Cargill eligió a Ferroexpreso Pampeano (Fepasa), como medio para transportar las cosechas a los puertos.
Los treinta vagones preparados para ser despachados con granos incomodaron a la Confederación Argentina del Transporte Automotor (CATAC) y a camioneros independientes de la zona, quienes se movilizaron a las vías para impedir la salida de los trenes.
Cargill quiso elegir un medio de transporte alternativo a las vapuleadas y abarrotadas rutas, más eficiente y sobre todo más barato. Con esa elección puso en juego el monopolio camionero de Pehuajó y ahora sufre las consecuencias.
Los camioneros se plantaron: exigen transportar por camión todas las cosechas de lo que queda de enero y febrero. También demandan implementar un sistema de tarifas para el transporte en camión.